Tras el éxito de la banda sonora de la primera película, los grupos y la industria se suben al fenómeno vampiresco y se pelean por formar parte de la saga.
Los Death Cab For Cutie no eran precisamente fanáticos de Crepúsculo. "No estábamos para nada enterados del fenómeno", dice el guitarrista Chris Walla. "Recuerdo a mis primos menores hablando sobre el tema la Navidad pasada, y yo decía: «¿Vampiros? ¿De qué están hablando?»."
Un año después, el mundo de la música está prestando más atención. Además de haber recaudado más de 200 millones de dólares y convertido a un grupo de desconocidos en galanes de matiné, el primer film de la serie de vampiros enamorados escrita por Stephenie Meyer generó una exitosísima banda sonora que vendió más de 2,2 millones de copias.
No sorprende, entonces, que para la secuela, llamada Luna nueva, la supervisora musical Alexandra Patsavas haya recibido "cientos y cientos de canciones" de bandas luchando por aparecer en la película. "Recibimos ataúdes, fotos de Drácula, cosas muy locas", dice Patsavas. "Nadie se apareció por acá caracterizado, pero no me hubiera sorprendido si pasaba."
No sorprende, entonces, que para la secuela, llamada Luna nueva, la supervisora musical Alexandra Patsavas haya recibido "cientos y cientos de canciones" de bandas luchando por aparecer en la película. "Recibimos ataúdes, fotos de Drácula, cosas muy locas", dice Patsavas. "Nadie se apareció por acá caracterizado, pero no me hubiera sorprendido si pasaba."
FUENTE: http://www.rollingstone.com.ar
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